Ópera y Cine
ALUMNAS:
Calvet Romina
Díaz
Evelina
Belén
Villa
MATERIA:
Lenguaje
Musical
TEMA:
Investigación
Opera y el cine
PROFESOR:
Sergio
Mateos
CURSO:
2º
AÑO:
2011
Opera
& el cine
Datos
Históricos y Culturales de la Opera
- La opera es multiforme como la vida misma, su imagen reflejada.
- La sensualidad o la sobriedad de sus melodías, la transparencia o la densidad de sus armonías, el aspecto sonoro embriagador de que se reviste, todo esto revela una imagen de la época en que fue creada y la situación espiritual, cultural, y anímica de la sociedad para la que fue escrita.
- Tanto sus figuras, sus conflictos dramáticos y sus escenarios ofrecen testimonios del modo de vida y de las ideas artísticas de la época en que surgió.
- La opera es una función de poesía, música, y de danza.
- Poetas, eruditos, músicos, amantes del arte soñaban en esa época despertar historias de la tragedia griega. Entre 1590 y 1600 nace una “nueva” música que encontrara en la opera su expresión más clara.
- Comenzó captando la atención de los círculos más elevados de la sociedad, en los palacios, hasta llegar al público en general, en los primeros teatros de la opera.
- Su repercusión se extendió por toda Italia hasta cubrir todo el continente Europeo y por ultimo demás países de América.
- La primera ópera se registra como DAFNE, texto de RINUCCINNI, música de PERI. La representación se dio en el año de 1594 en el palacio del Conde de Bardi, en Florencia. Pero la partitura se extravía y por ende la primera obra que se conserva hasta nuestros días dentro del género es EURIDICE de los mismos autores, en el año 1600.
- Los temas abordados en la opera los temas abordados comenzaron a cambiar por la presión del público. Esto quizás ocurrió porque se empezaron a construir nuevos teatros para abarcar a más públicos del cual todo aquel interesado podría acceder. Diferentes clases sociales con diferentes realidades, accedían al espectáculo ubicándose en diferentes sectores del teatro (palco, platea).
- El público comenzó a exigir más acción, mas entretenimiento, actualidad en las historias, melodías mas pegadizas, y una gran capacidad de los cantantes.
- La opera como toda expresión artística, sufrió altibajos producto de una realidad cambiante. Se decía que las historias no concordaban con los problemas sociales, con la realidad, sobre todo luego de la Primera Guerra Mundial; Como también el avance de la tecnología y hasta las nuevas formas de expresión como el cine.
- Esto hizo que la opera buscara mantenerse, experimentando a través de diferentes compositores, salvar el género. Compositores y junto a ellos una gran cantidad de directores de escena, cantantes, directores de orquestas, vestuaristas, etc. Que consolidaron juntos y por separados nuevos estilos, miradas, logrando que hoy en día no haya un único estilo de hacer opera.
- Se paso del romanticismo al naturalismo, desde la comedia festiva hasta la tragedia conmovedora, de la epopeya hasta el reflejo de la vida cotidiana.
- La opera es un mundo extenso, complejo y cautivamente cautivante para aquel que va a mirar por primera vez una obra hasta para aquel ojo experimentado. ¿Por qué? Porque cada vez que se abre el telón en cada función, incluso desde que ingresamos en un teatro de ópera, nos sentimos vivos.
BEL CANTO
La
ópera italiana pierde a finales del XVIII su hegemonía frente a la
ópera francesa. Adquiere a comienzos del XIX un nuevo esplendor
gracias a la ópera bufa hasta la última de sus figuras claves en
este apartado conocido como Donizetti.
Por
Bel canto se entendía aquel tipo de ópera donde primaba la línea
vocal clara, fácilmente inteligible y el ritmo marcado y sencillo.
En estas óperas primaba la música sobre el drama.
No obstante podemos observar una evolución de la mano de Verdi, que
llevará esta ópera hasta el nuevo estilo posterior conocido como
verismo. (Posteriormente surge una nueva ópera de tema serio con
textos procedentes de Shakespeare o Schiller, así como historias
veraces tomadas de la realidad, lo que se conocería como verismo.)
La estructura musical de las arias de la ópera italiana del “bel
canto” del momento es la siguiente: Cavaletta y stretta final. La
cavaletta es la parte más cantábile y la Stretta precipita el final
con un tempo más rápido. La música conserva su autonomía frente
al aspecto dramático.
Rossini:
Nacido
en Pessaro y muerto en París. 39 óperas entre 1810 y 1829.
Destacamos El barbero de Sevilla, la Cenerentolla y Guillermo Tell. A
partir de 1829 se le otorga una pensión que le permitió retirarse.
Escribiría a partir de ese momentos obras menores como su
Stabat Mater. Sería el Barbero
de Sevilla la
obra más representada de todo el siglo XIX. El argumento se basa en
la obra homónima de Paissiello.
Característico
de la música de Rossini son los elementos contrastantes en la
expresión de piano-forte, repetición, la dinámica y el tratamiento
virtuosístico de la voz y la orquesta. Una melodía sencilla y
clara.
Junto
a Rossini destacan Donizetti con
obras
como Lucia
di Lammermor, Don Pasquale (última
ópera bufa) o Bellini con Norma
o
la Sonámbula
que
destaca por su expresivas líneas melódicas.
Verdi:
Influencia
de los tres anteriores en su producción. Lo lleva hasta el límite
de la ópera verista (estilo inmediatamente posterior al bel canto)
Destacan
en Verdi los caracteres de sus personajes, los ritmos claros
defendiendo la esencia de la música italiana, ritmo claro y melodía
sencilla.
Destacamos
La
traviatta,
Rigoletto
o
Il
Trovatore como
las tres grandes obras belcantitas.
Verdi también acomete el trabajo de obras no belcantistas sino más
bien veristas como sus últimas óperas. (Otello,
Falstaff)
Verdi se convierte en el símbolo de un país invadido por petencias
extranjeras, sobre todo con su ópera Nabucco
y su
“Va pensiero” que se convierte en un auténtico himno nacional.
Verdi
es el enlace con el verismo y se preocupa por el desarrollo
psicológico de sus personajes.
VERISMO
El
realismo de la literatura romántica de la época llevarían hacia
finales del XIX al “verismo” (plasmación realista del mundo sin
idealizaciones romanticas) La música por tanto debía estar enlazada
con el texto. De todo esto se comprende que sea la ópera el vehículo
esencial para el desarrollo de esta corriente. La acción transcurre
en capas sociales bajas y argumentos llevados al límite con
asesinatos, sangre y demás elementos realistas.
Verdi:
Hemos
mencionado que Verdi se sitúa en el intermedio entre bel canto y
Verismo, efectivamente toma una postura intermedia poniendo música a
dos temas de Shakespeare: Otello
y
Falstaff
(las
alegres comadres de Windsord). Estas son sus dos últimas óperas y
tienen como finalidad una búsqueda marcada de un nuevo contínuo
musical y una nueva realidad dramático-musical.
LA
ÓPERA ROMÁNTICA EN FRANCIA
Gracias
a los acontecimientos políticos del París del XIX alcanzaría un
auge tremendo la ciudad, lo que le convertiría en la capital
cultural del momento. Los ideales de libertad y justicia se
correspondían con los nuevos géneros.
Tenemos
la
grand
ópera, la ópera cómica, el drama lírico y la opereta.
Grand
ópera:
Era
la ópera seria con recitativos y arias que se funden dramaticamente.
Además, se combinan ambientes con grandes masas de personas y coros
con fuertes contrastes entre escenas íntimas y populares (un
ejemplo, Roberto el diablo).
Drama
Lírico:
Nace
hacia 1850. Al igual que la grand ópera utiliza temas trágicos pero
sin emplear el efectismo de grandes masas, antes bien, una atmósfera
mas íntima es la protagonistas de estas obras. (Por ejemplo, Fausto
o
Romeo
y Julieta de
Gounod).
Ópera
cómica:
Se
sigue escribiendo como contraposición a la grand ópera. Temas
cotidianos de la burguesía como elemento argumental que la
completan. Contiene diálogos hablados. Se acerca así al teatro, la
música interrumpe el diálogo y se observa una tendencia al número
cerrado. Canciones, arias breves, etc.
Opera
realista:
Era
una ópera cómica con diálogos hablados, pero posteriormente estos
diálogos son orquestados acercándola a la grand ópera, el
resultado es un híbrido, que si bien no adquiere las dimensiones
monumentales de la Grand ópera si se separa creando un estilo propio
conocido como realista. Esta ópera es clave porque hace que se
diluyan las diferencias entre los distintos géneros perísticos en
el París de la época con la búsqueda igualmente de un continuo
musical. (Por
ejemplo, Carmen
de
Bizet).
Opereta:
En
París se representaban óperas ligeras con carácter mucho más
sencillo y adornadas por danzas de la época como el can-can, la
polka, el vals, etc. Este tipo de opereta se exportaría a América y
al resto de países europeos lo que supondría un primer germen en el
surgimiento de lo que se conoceremos posteriormente como musical y
cabaret.
Opera
en Alemania
A
principios del siglo XIX se desarrolla en Alemania un gusto por la
naturaleza, el bosque, lo sobrenatural y el pasado mitológico del
pueblo alemán. Estos elementos se combinan entre sí creando una
corriente creativa propia.
Este
tipo de ópera siempre tiene una obertura, un diálogo hablado
sacado
de la tradición del singspiel (recordemos , ópera con diálogos
hablados al estilo de la Flauta Mágica de Mozart). Contienen arias
en formas de lied, orquestación colorista y motivos recurrentes que
definen la acción y a los personajes.
Ópera
romántica de Richard Wagner:
Lohengrin
lleva
hasta el límite todas las características de la ópera alemana.
Hacia lo infinito, lo mitológico, lo legendario.
De
todo esto podemos concluir que Wagner concibe el fenómeno musical
como un todo en el que se deben aunar música, drama, escenografía,
ballet, etc.
El
drama Musical:
Hacia
1850 esboza esta nueva teoría musical que da lugar a la obra de arte
total y a la técnica del leit-motiv.
Desaparecen
las separaciones poco a poco frente a la unidad musical que se va
construyendo en torno a lo que se ha denominado leit-motiv
(motivo conductor). Éste hace referencia a una idea musical que
puede definir a un personaje, a una acción, a un estado anímico o
demás condicionantes argumentales, musicales o psicológicos.
En
torno a estos leit-motiv
se
va construyendo todo el tejido musical sobre el que las voces son
comentaristas y un instrumento más de todo el engranaje.
Cómo
resuelven los músicos del XIX
el
dilema de la palabra y la música en la ópera
En
la época barroca, recitativo y aria da capo se dividían uno y otro
imperio: el primero proveyendo una música escueta a un torrente de
palabras y la segunda adornando unas pocas y breves con profusión de
aquélla. Paradójicamente en el aria, la voz humana, llevada al
límite de su virtuosismo, se atribuía la cualidad propia del
instrumento.
Pues
bien, hacia 1830 el canto desplaza a la alternativa del recitativo
edaria, no cediendo ni a la tiranía vocal de la segunda, ni al
dominio imperioso de la palabra en el primero. De su equilibrio será
responsable la pura melodía. Nótese que lo cantabile está
determinado en música por el registro o tesitura, relativamente
estrecho y limitado, de la voz humana que no
conoce,
ni de lejos, la amplitud del teclado, el agudo del violín o el grave
del contrabajo.
El
bel canto toma, pues, de la música el entorno de la voz humana y así
la humaniza. Como humaniza el drama correlativo en el encuentro del
hombre con la música. Poco a poco, hombres y mujeres corrientes
desplazan en la escena a dioses y duendes.
Norma,
estrenada en Milán (1831), no es ciertamente una mujer vulgar, sino
una sacerdotisa de los ritos druidas. Pero el bel canto de Vincenzo
Bellini (1801-1835) desvela a la mujer en la sacerdotisa, dilatando
sus palabras rituales en un canto de amplio vuelo lírico.
En
el San Carlo de Nápoles y en 1835, la melodía delirante de una
mujer enajenada, Lucia di Lammermoor, refleja el drama interior de su
locura. Gaetano Donizetti (1797-1848) usa la paranoia de su prima
donna para hacer de su voz un instrumento. Ambos ejemplos del bel
canto ilustran, en el tercer decenio del diecinueve, la solución
romántica al problema lírico que traduce a música la cualidad de
los sentimientos humanos. Pero el problema dramático que suscita el
conflicto de los caracteres que entran en acción ha quedado en
suspenso: a resolverlo acuden dos soluciones coetáneas, en el norte
y en el sur de Europa, a mediados de siglo. La solución sur se llama
melodramma.
Y se debe a Verdi.
Giuseppe
Verdi (1813-1901) convierte el lírico bel canto en canto dramático,
no mediante un contrapunto polifónico, al estilo del viejo madrigal,
ni por la vía armónica, homofónica y coral, sino a través de un
acompañamiento activo, que incorpora en ocasiones algún contracanto
y se apoya en una estructura elemental, pero dramáticamente
funcional.
Verdi hereda la
maestría de sus predecesores y convierte en acción dramática sus
líricas meditaciones melodiosas. En su escritura, el bajo ha dejado
de ser un fondo, un ground:
el bajo canta. Y los contracantos no son meros adornos. Tampoco el
coro limita su papel al de comparsa.
Todo en
el drama
verdiano
está activo: es simple, pero eficaz. Y rinde a
la
acción en escena. El cuarteto vocal que centra el último acto de
Rigoletto,
estrenado en Venecia (1851) ilustra de maravilla esa infalible
economía de medios:
sobre
el bajo cantante del bufón, el Duque canta la melodía y Gilda y
Madalena alternan su acompañamiento.
La solución
norte se llama drama
musical,
se debe a Wagner e implica una mutación del lenguaje, que deja de
ser diatónico y pasa a ser cromático. Richard Wagner (1813-1883)
sustituye el presuroso lenguaje tonal, de tensiones y distensiones
precipitadas, por un discurso parsimonioso que encadena sucesivas
tensiones sin reposo. La cadencia tan sólo ocurre cuando cae el
telón. La que el autor llama melodía infinita discurre en un estado
continuo, lo clásico por el contrario es discreto, de perpetua
inquietud.
En Francia, con un
cierto tesón clasicista, Georges Bizet (1838-1875) reacio a las
nieblas wagnerianas, reivindica la tradición de Rameau. Si bien se
mira, la estructura de Carmen,
1875, es una suite de marchas y de danzas que sustentan la acción.
La abanera, que canta y baila la cigarrera, no es un mero
entretenimiento, sino una escena crucial de seducción, que tiene
sentido por sí misma.
La
opera en el cine
El
análisis de las posibilidades que se presentan al compositor en las
relaciones música - drama no sólo debe tener en cuenta aquellos
aportes clásicos provenientes de la tradición operística , sino
también incorporar elementos de la reflexión sobre la disciplina
artística que se ha constituido, según algunos teóricos, en el
relevo actual de la ópera, en tanto arte combinada (La Música en el
Cine, M. Chion). Los aportes más significativos fueron realizados
por Michel
Chion,
Theodor Adorno - Hans Eisler y Rick Altmann. Para una mejor
integración hemos decidido esquematizar la relación música drama
en cuatro ejes, atendiendo al elemento que se presenta como objeto de
la función musical: estructura, espacio, tiempo y elementos
dramáticos. En el primer caso, la música establece una relación
con una totalidad, ya sea para dividirla o darle mayor unidad. En el
segundo y tercer caso, la música afectará distintos niveles de
percepción del espacio y del tiempo.
Finalmente,
la música puede jerarquizar o cargar de subjetividad a los distintos
elementos dramáticos, entendiendo por tal no sólo los diálogos
sino también la gestualidad y los movimientos. En cada caso, sólo
se desarrollarán los temas que permiten su aplicación al campo del
género lírico, mencionándose solamente aquellos han sido
desarrollados sólo en el cine, ún cuando puedan ser objeto de
futuros trabajos de composición en el terreno de la ópera.
La
música en función de la estructura dramática
Podemos
reconocer las siguientes funciones
1.
Introducción, u obertura.
2.
Separador de partes, más utilizado en el cine que en la ópera.
3.
Mantiene la continuidad entre partes. Ej: de esto encontramos en las
operas de Strauss que el cambio de decorados se hace sobre un
interludio musical sin cortes, (La Mujer sin Sombra), Música de
transformación
(Parsifal,
Acto tercero)
4.
Leitmotiv como elemento de unificación de la estructura musical,
en el cine en general es tomado de alguna melodía que aparece en
algún momento del film cantada y luego se vuelve un elemento
unificador del discurso. El Leitmotiv operístico puede o no ser
presentado en alguna aria, pero funciona igualmente como elemento
unificador además de dramático.
Música
en función del espacio
Primero
es necesario definir a qué espacio estamos haciendo referencia
cuando hablamos del mismo en relación con la ópera. Podemos hablar
básicamente de tres tipos de espacio que responden a diferentes
categorías
1.
Espacio como lugar donde está ambientada la acción dramática,
determinado geográficamente (país, lugar exótico, un determinado
ambiente). En este caso la música colabora con la escenografía.
Turandot,
Madama
Butterfly, Puccini.
2.
Espacio referido al escenario, a la puesta en escena. La teoría
cinematográfica distingue a propósito música diegética
y no diegética y su equivalencia en términos operísticos.
• Música
diegética pertenece a la acción, es una música claramente oída
como emanante de una fuente presente o sugerida por la acción. Este
caso es particularmente interesante como se maneja dentro de la
opera, ya que la música esta constantemente presente para despegar
este tipo de música de la que acompaña el drama en forma continua
encontré básicamente tres maneras de resolverlo.
• La
fuente sonora se encuentra en el escenario o alguna referencia a ella
(hay algo de ella que se encuentra dentro del marco visual) por lo
tanto perceptivamente se despega del continuo orquestal, Ej: El
llamado de cuerno de Siegfried en “Siegfried” (Acto II).
• Cuando
la música proviene de un “fuera de campo” es
decir
de aquel espacio concreto imaginable fuera del escenario.
Desde
el decorado se puede hacer una referencia al mismo (una puerta, una
ventana), pero si no existe dentro del marco visual algo que haga
deducible este espacio, a veces es necesario que un personaje lo
nombre para diferenciar “esa música” del continuo orquestal. En
este caso no es necesario que la fuente se vea. Ej: El Caballero de
la Rosa, Strauss, Pélleas et Mellisande, Debussy.
• Ante
la presencia de sonidos como campanas o disparos que se diferencian
rápidamente del continuo sonoro, siempre se los identifica como
inmanentes a la acción sin necesidad de mayores aclaraciones.
Pues
pertenecen a la categoría del ruido y el ruido en la opera no se ha
incorporado al discurso orquestal, esa es una diferencia enorme con
la elaboración que tuvo la música en el cine, donde se incorporo la
música electroacústica y uno escucha ese continuo sonoro como
música o como ruido según allá correspondencia o no con la imagen
EJ. (Blade Runner).
En
la opera no se integra al ruido por lo tanto este queda circunscrito
a situaciones muy especificas y claramente identificables. Éste tal
ves sería uno de los elementos a elaborar para una posible
renovación del lenguaje
entre
otros que iremos desarrollando.
• Música
no diegética emana de una fuente imaginaria no presente en la
acción, que la acompaña o comenta. Esto es lo habitual en cuanto a
la función de la orquesta en la ópera.
La
Acusmática como Interacción entre la música diegetica y la no
diegetica.
El
concepto fue desarrollado por Pierre Schaeffer en su “Tratado de
objetos musicales”. Se trata de hacer oír sonidos sin que el
oyente pueda ver el origen de éstos.
Esto
permite dos tipos de trayectos:
• Primero
se visualiza la causa y seguidamente es acusmatizada
• Segundo
es acusmatizada y recién después se visualiza, esto genera una
atmósfera de mayor expectativa y misterio. Este recurso lo utiliza
Verdi cuando el trovador empieza a cantar antes de entrar a escena.
Entrada de Butterfly, Puccini.
3-
El espacio pensado como dimensión. Sobre todo en el caso de la opera
para ayudar al cambio en la percepción de las dimensiones existen
dos recursos uno es la iluminación, y el otro, tal vez más
efectivo, la música. Una música de carácter grandioso difícilmente
nos remita a una escena íntima. Por otra parte en este caso no
podemos trabajar con cambio de focos sino que el escenario tiene una
dimensión fija, en este contexto la música es la única que puede
darnos esa sensación de grandes dimensiones. Ej: El Walhala Oro del
Rin, Escena segunda, Wagner.
Condiciones
para una temporalizacion de las imágenes por el sonido
Depende
de la naturaleza de las imágenes y de los sonidos relacionados
1.
En una imagen fija sin animación temporal, el sonido puede
introducir una temporalidad
2.
La imagen tiene una animación temporal propia, la temporalidad del
sonido se combina con la existente
Características
de la percepción del sonido
1.
Un sonido liso y continuo es menos animador que un sonido sostenido
de modo accidentado. Una nota prolongada es menos tensa que una nota
con tremolo. Efectos sonoros de tensión dramática como el trémolo
de cuerdas pueden ser remplazados por sonidos con características
similares y se lograra un efecto análogo.
2.
Una secuencia irregular e imprevisible pone en constante alerta al
oído. Un tiempo demasiado regular y cíclico, por su parte, puede
crear también un efecto de tensión, porque esta regularidad nos
mantiene expectantes ante la posibilidad de una fluctuación
3.
La animación temporal de la imagen será más rápida si el ritmo es
inestable que si es rápido y regular
4.
Un sonido agudo o rico en frecuencias agudas creara una percepción
más alerta.
5.
La temporalización depende también de los puntos de integración
entre sonido e imagen y de la distribución de los puntos de
sincronización. El sonido activa una imagen según introduzca puntos
de sincronización más o
menos
previsibles o imprevisibles, variados o monótonos.
Música
y elementos dramáticos.
Creación
de climas Escenas o textos neutros
• La
música subjetivisa la escena creando un determinado clima. En
algunos casos, podemos tener un texto que no tienen ningún valor
dramático particular y al musicalizarlo le puedo dar una carga extra
hasta hacer creer que esta expresión se desprende de modo natural
del
texto o está contenido en él.
• La
música sostiene el carácter neutro del texto
Escenas
o textos con contenido expresivo.
Cuando
el texto está cargado de dramatismo en sí mismo la música puede
funcionar básicamente de dos formas:
1.
Música empática. Reafirma el sentimiento: la música participa
directamente en la emoción de la escena. Es el caso prototipo en
ópera.
2.
Música anempática. Música indiferente a la acción dramática. La
intensidad emocional se eleva a otro nivel, al mostrar a través de
la música la indiferencia del mundo que lo rodea. Ej: Final de “La
Traviata”
Hay
músicas que no cumplen ninguna de estas funciones. Tienen un sentido
abstracto o son simplemente una presencia sin resonancia emocional
precisa.
EL
Leitmotiv
Asegura
al tejido musical una especie de fluidez deslizante. Fue utilizado
tanto en la opera como en el cine en el cine el ejemplo más claro es
Herrman (compositor de Hitchcock), que utiliza el Leitmotiv como
generador de angustia y obsesión. En la ópera tiene más funciones:
puntúa, remite a una presencia; resignifica, simboliza, jerarquiza
determinados elementos argándolos de significado.
La
sonorización y/o musicalización de trayectos.
Este
es un procedimiento muy poco utilizado en ópera se limita a los
casos arriba citados, sin embargo ha sido muy explotado por el cine
sobre todo en los dibujos
animados.
Esto no es casual, ya en que los niños el primer modo de expresión
es a través del movimiento, incluso con respecto al lenguaje antes
del significado captan el sonido y movimiento correspondiente a la
palabra, como consecuencia el movimiento y sonido son para los niños
de aprehensión directa.
Los
chicos a través de los ruidos representan los movimientos y las
fuerzas de los personajes que intervienen en el juego. No se trata de
evocar el ruido de la cosa, sino de evocar el movimiento de esta.
Subida
de una escalera = sonido ascendente. Lo que aquí se imita es el
trayecto y no el sonido del trayecto. La mayoría de los
desplazamientos de cine de animación se simbolizan siguiendo en
sincronismo el hilo de la acción visual por medio de trayectorias
musicales (ascendentes, descendentes) y puntuaciones instrumentales
de la acción (golpes, caídas, puertas que se cierran).
La
Gestualidad
La
gestualidad en la opera tradicional, pocas veces está marcada de
manera explícita por el compositor, y en general este elemento
apenas esta esbozado en los libretos, sin embargo existe una
tradición en la gestualidad de la opera propio de este género. Es
interesante observar la Opera de Marionetas de Salzburgo, donde las
marionetas no mueven la boca, sin embargo uno reconoce en ellas los
gestos propios de los cantantes de ópera, en este caso en particular
es donde se pone claramente de manifiesto esta tradición gestual que
tiene la opera. Esta gestualidad exagerada es la misma que fue
empleada en el cine mudo.
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